sábado, 16 de agosto de 2008

Sin la lectura... ¿Quién soy yo?

Primera parte

Capítulo 3


Los lenguajes para la vida



La creación del conocimiento se vale de todos los medios al alcance de la mente humana, de esos medios los más comunes son la imaginación y la razón.

La imaginación explora en lo desconocido y visualiza, interpreta, dota de sentido y expresa, fenómenos concretos que, en principio, le es difícil explicar pero que no por ello dejan de ser reales.

La razón asume lo que la imaginación ve y con la información conocida explora, experimenta, interpreta, prueba y dota de sentido, hasta demostrar la naturaleza y funcionamiento de aquellos fenómenos para así convertirlos en nueva información.

El Homo-Humano, para poder interpretar, dotar de sentido y expresar todos los fenómenos de su actividad mental y el descubrimiento de conocimiento, ha multiplicado la creación de lenguajes. Los más importantes son aquellos mediante los cuales acumula y conserva sus experiencias estéticas y científicas, al mismo tiempo que se conoce a sí mismo y a lo que lo rodea.

La experiencia estética es aquella relacionada con lo placentero y es la que acumula y conserva la información del conocimiento descubierto a través de la imaginación, es decir, el conocimiento e información cuya verificación y expresión todavía esta limitada para la razón.

La experiencia científica es aquella relacionada con lo útil y lo práctico y es la que acumula y conserva la información del conocimiento descubierto, el cual ha sido verificado y confirmado y puede ser comunicado por medio de códigos y lenguajes establecidos, comunes y universales.

Las manifestaciones estéticas más conocidas son aquellas que se expresan por medio de los lenguajes de las artes.

Los lenguajes de las artes son la forma como el Homo-Humano expresa y comunica aquellos misterios cuya naturaleza ha percibido y visualizado con la imaginación, pero que para los lenguajes de la razón todavía carecen de las formas de expresión, formalización y comunicación.

El Homo-Humano con la imaginación percibe, visualiza e intuye el descubrimiento de conocimiento en el misterio y lo desconocido, conocimiento que, por ser todavía incodificable, se expresa con los lenguajes subjetivos. Cuando esa información es verificada y confirmada, la razón la convierte, acumula y conserva como información útil y práctica.

La imaginación y la emoción son sustancias primordiales de las artes, artes que se manifiestan por medio de sus propias formas de expresión y por medio de los limitados recursos de los lenguajes que la razón le suministra. Es de esas formas expresivas y de esos lenguajes, así como de sus relaciones y consecuencias, de lo que vamos a hablar.

La materia común que inspira a las artes es ese territorio misterioso y desconocido de lo que el Homo-Humano todavía no puede interpretar, dotar de sentido y explicar tanto de sí mismo como del universo.

Los fenómenos que se perciben en ese territorio del misterio, de lo desconocido y de lo inexplicable, serán a los que las artes aspiran, en una primera instancia, a transformar en conocimiento. Conocimiento que se expresará con los lenguajes propios de cada una de las artes: la música con sus sistemas de notación; la plástica con la luz, es decir, los colores y las formas (1), la literatura con el uso creativo de las palabras, etc.

Cada uno de los sistemas de signos, símbolos y metáforas de los lenguajes de las artes, al partir de la misma materia prima común, concluyen por expresar, formalizar y comunicar su propio conocimiento y, en esa comunidad, se conectan y se sirven las unas de las otras, cada cual en su propia naturaleza y función.

Naturaleza y función de las artes que bien vale la pena conocer para así expandir a la máxima potencia su capacidad de producir placer (2) (3) (4), tan importante como la de descubrir conocimiento (5) (6).

El artista, como el científico, por más especializado que sea, en la medida que conoce la materia y la información de todas las artes y las ciencias, tendrá una visión más amplia y mayores posibilidades de comprensión y expresión del conocimiento que está explorando. Además, comprenderá las conexiones y relaciones que las artes y las ciencias y sus lenguajes tienen entre sí y con el resto del conocimiento.

Porque, de esta manera tanto el artista como el científico, tendrán mayor cantidad de elementos de análisis e interpretación y los sentidos de que doten a sus obras tendrán mayor amplitud y profundidad.

Sin entrar en mayores consideraciones técnicas, veamos algunas de esas conexiones, correspondencias y relaciones entre las artes y sus lenguajes:

Sólo para mencionar, pues no será el principal motivo de estas consideraciones, se sabe que la luz y el color son vibraciones al igual que los sonidos, aun cuando de diferente naturaleza. De la misma forma que en el territorio de las ciencias de las vibraciones, sus conexiones, correspondencias y relaciones, ya no significan lo diferente ni lo imposible.

Por ello, una obra plástica o una obra musical, o una obra literaria, como todas las obras de arte y de la ciencia, son también la manifestación de un momento y unas circunstancias en las que la mente del Homo-Humano expresa el descubrimiento de conocimiento.

El Homo-humano se comunicó por primera vez a través de gestos y sonidos, de ahí que sus primeras expresiones estéticas fueran la danza y la música. Su primer lenguaje fue la elaboración de un código de signos y símbolos que se expresaban con el cuerpo: movimiento y sonido (7).

Más tarde desarrolló lenguajes y códigos mediante los cuales expresar y conservar aquellas experiencias y situaciones útiles para su vida natural y anímica: ciencia y mito, los cuales se comunicaban oralmente y, por su misma estructura, articulación y formas de composición, se conservaban y se transmitían de unos a otros: de memoria a memoria.

Mucho después, desarrolló las formas de expresión plástica y, finalmente, la escritura.

Como puede verse, los lenguajes y los códigos se usan para cumplir dos funciones básicas: comunicar y conservar. Por esas razones, los lenguajes y códigos de las artes no son diferentes de los lenguajes y códigos de las ciencias, cumplen la función de comunicar y conservar: explorar lo misterioso y desconocido para descubrir conocimiento y conservar una información, la que sólo por medio de ellos se puede preservar, compartir y transmitir.

De allí que no sea nada extraño que, por razón de su origen y de sus funciones comunes, en las artes se utilicen informaciones de las ciencias y, viceversa, con el fin de amplificar y profundizar la interpretación y el sentido que se quiere expresar, bien porque los elementos propios de ese arte lo limitan o bien porque se desea explorar a otros campos de interpretación y sentido que le son propios a cada arte y a cada ciencia.

NOTAS

(1) Hermman Broch, La muerte de Virgilio, Alianza, 2003:

"Delante, en la proa, cantaba un esclavo músico; probablemente la compañía allí reunida, su ruido absorbido por la quietud del atardecer, había tomado para sí al joven, presintiendo el retorno también ella, y después de una breve pausa para templar la lira y otra breve espera de norma artística, había resonado y flotaba la canción sin nombre del muchacho sin nombre, irradiando dulcemente el canto, aleteando como un soplo, semejante a los colores de un arco iris en el cielo nocturno, irradiando dulcemente el sonido de las cuerdas, delicado como el marfil, una obra humana el canto, obra humana el sonido de las cuerdas, pero alejado de los hombres hasta más allá del origen de los hombres, liberada de los hombres, liberada del sufrimiento, éter de las esferas que se canta a sí mismo" (pp. 18 y 19).

(2) Michel Onfray, Teoría del cuerpo enamorado. Por una erótica solar, Pre-textos, Valencia, 2002.

Definición de catarsis aplicada a la música de Michel Onfray:
"Como es sabido, el término (catarsis) se desliza del registro fisiológico al de la filosofía con Aristóteles: Abandonando el mundo de Esculapio, la catarsis se convierte en la "Poética" en la transfiguración en placer de los sentimientos desagradables, a saber, el terror y la piedad. En otra referencia, extraída de la "Política" (de Aristóteles), la catarsis se relaciona con la música y los cantos. Ciertas melodías, al no poder desencadenar violentas reacciones en los oyentes, permiten recobrar la quietud y el sosiego. En principio turbadores, estos cantos se convierten en fuente de satisfacción y voluptuosidad. La enfermedad misma se transforma en farmacopea. En la esencia de la música se encuentran los medios de hacer olvidar los efectos provocados por su audición: el dolor oculta en su epicentro las ocasiones de alivio. A la nocividad del dolor le sucede el gozo inocente. Toda catarsis transfigura el malestar en placer, el deseo en placer" (p. 80).

(3) Miguel de Cervantes Saavedra, Don quijote de la Mancha:

"La experiencia me mostraba que la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos del espíritu".
(Cap. XXVIII, primera parte).

(4) Las mil y una noche:

"Como lo dijo el poeta:
Estos cuatro instrumentos
la orquesta forman:
el arpa, la guitarra,
ajabela y torba.
Tres sois vosotras y, por tanto, os falta un cuarto, el hombre discreto, listo, valiente y mudo para los secretos"
(Historia del Alhamel y las mocitas).

(5) DEFINICIÓN DE UN PITAGÓRICO:

"La Música es la aritmética inconsciente de los números del alma".

(6) Hermman Broch, La muerte de Virgilio, Alianza, 2003.

"[...] si acaso aún la débil voz del alma que se llama canto y con el presentimiento de la desgracia, sin embargo, anuncia la salvación que despierta, porque toda canción verdadera presiente el conocimiento, lleva el conocimiento, enseña el conocimiento. La responsabilidad del cantor, su responsabilidad de conocer, la que él sin embargo sigue siendo incapaz de llevar y cumplir por la eternidad" (p.22).


(7) Yehudi Menuhin/Curtis W. Davis, La música del hombre, Fondo Educativo Interamericano, Bogotá, 1981.

DEFINICIÓN DE YEHUDI MENUHIN:

"La música es nuestra forma de expresión más antigua, más aún que el lenguaje o la pintura; se inicia con la voz y con nuestra necesidad avasalladora de establecer contacto con los demás. De hecho, la música "es" el hombre en mayor medida que las palabras, pues éstas son símbolos abstractos que sólo transmiten un significado factual. La música toca más profundamente nuestros sentimientos que la mayoría de las palabras y nos hace responder con todo nuestro ser" (p. 1).

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La alegría de la lectura por Iván Rodrigo García Palacios se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.