sábado, 16 de agosto de 2008

Sin la lectura... ¿Quién soy yo?

Segunda parte

Capítulo 2


Leer y escribir - Lectura y escritura



Afirmaciones a demostrar:

1- No es lo mismo saber leer y escribir que ser lector y escritor.
2- Leer y escribir son funciones que utilizan la mecánica y el automatismo del cerebro.
3- Lectura y escritura son actividades de la mente.
4- Leer y escribir, es procesamiento de información.
5- Lectura y escritura, es descubrir conocimiento.
6- Como órgano fisiológico, el cerebro es puramente funcional.
7- La mente... es mucho más. Es lo que, en principio, se es.
8- Función y actividad, son conceptos con significados, explicaciones y aplicaciones, diferentes en las ciencias, las filosofías, las psicologías y las artes.
9- La lectura es el umbral hacia el universo de la diversidad, de las posibilidades, del conocimiento.

DEFINICIONES

La primera crítica que puedo formular contra los sistemas educativos o aquellos con los que se pretende formar lectores, es que, las pedagogías y didácticas que emplean para enseñar a leer y a escribir, así como la enseñanza de la lectura y de la escritura, más que aclarar, se confunden en los términos y sólo logran borrar con el codo lo que escriben con la mano.

Cuando se presiona y se fuerza el aprendizaje funcional y la mecánica que provoca la automatización de la acción, el único resultado que se obtiene del aprendiz es que él, únicamente, pueda repetir tal acción sin sentido ni contenido. Aprende a leer y a escribir condicionado a repetir correctamente las acciones que se le enseñaron y que él aprendió. Un "imprinting" escolar.
A esta homogenización de la estupidez se la puede superar si, conjuntamente con el aprendizaje funcional y mecánico, se desarrolla el juego mental de la lúdica de la lectura y de la escritura.

La lectura y la escritura, como actividades mentales que son, si bien se apoyan en las funciones cerebrales de leer y escribir, implican, conjunta y simultáneamente, la totalidad de la actividad cerebral y mental: percibir, pensar, imaginar, asociar, recordar (memoria), sentir (sensaciones), simbolizar, emoción, ánimo, expresión, etc.

Y, de allí, al espíritu, esa emanación de la vida natural, como se expondrá en el próximo capítulo.

Saber leer y escribir, son la repetición correcta y adecuada de unas acciones previamente marcadas, tanto en su funcionamiento como en su objetivo.

Lectura y escritura, son la interpretación, la comprensión y la creación del sentido y del contenido, en una actividad cuya dinámica se inicia con el leer y el escribir y cuya finalidad es el descubrimiento de conocimiento... hacía un horizonte sin fin.

Conocimiento que es aquello que es siempre lo nuevo. Novedad que, una vez, experimentada, probada y verificada, se convierte en información. Información que se acumula, se preserva y se maneja para continuar descubriendo conocimiento.

MECÁNICA Y CONOCIMIENTO

De acuerdo con lo anterior, es posible, entonces, establecer con precisión, procesos, normas, procedimientos, reglas, objetivos y evaluaciones, para la ejecución de las funciones de leer y de escribir, de similar forma como se establecerían para el funcionamiento de una máquina o para la ejecución de un acto o serie de acciones como las de ensamblar un objeto o desarrollar una rutina de ejercicios corporales.

Normas y rutinas que de la misma forma, aplicadas a la sola ejecución y solución correcta de ejercicios y problemas matemáticos, de física, de química, o de otras áreas del conocimiento, únicamente, conducen a la repetición de resultados, a la perfección técnica, pero nunca al descubrimiento de conocimiento.

Como puede verse, en nada de la mecánica descrita en el párrafo anterior o en similares que se le parezcan, carentes del espíritu de la imaginación y de la inteligencia, parecen existir ni la creación y el goce de la belleza de la Sabiduría ni la menor intención de descubrir conocimiento.

La ausencia de estas condiciones, hará que la enseñanza y el aprendizaje se convierten en acciones que sólo obligan a la memorización y la repetición, a la acumulación y al manejo de información ya existente.

Actividades estas que, sin bien son importantes, porque con ellas es posible saber de las partes de un objeto y su funcionamiento, o saber de los componentes y aplicaciones de una fórmula matemática o de un fenómeno físico o químico, así como, también, se podrá saber del significado de las palabras con las que está escrito un poema o identificar las notas de una composición musical, y poder repetirlas cada que se ocurra, etc., nunca, tales actividades y esos saberes serán suficientes, porque, sólo con ellos, será imposible vislumbrar su sentido, su contenido, su finalidad y, lo más importante, será imposible explicar la razón de su existencia, el misterio de su belleza y el descubrimiento de conocimiento.

Bajo ninguna circunstancia estoy menospreciando la importancia de estas formas de saber y los saberes que proporcionan. Sin embargo, siempre deben considerarse como el primer paso en el camino hacia el descubrimiento de conocimiento y a la Sabiduría. Porque de lo contrario, sólo serán vana y vacua erudición.

Porque es necesario distinguir el saber y los saberes, del conocer y el conocimiento. Los primeros se refieren al aprendizaje y manejo de la información existente. Los segundos, a la capacidad de descubrimiento de conocimiento y la generación de nueva información.

El conocimiento comienza cuando, por medio de la información existente, se revela, deduce, descubre y explica algo que era desconocido hasta ese momento pero que, a partir de allí, vuelve a convertirse en información. La cual, como ya se dijo, es acumulable y reutilizable.
En fin, el conocimiento forma parte de una inmensa historia de reflexión, investigación y documentación, al igual que existen infinidad de teorías y propuestas sobre su naturaleza y su aprendizaje, de las cuales no me voy a ocupar ahora, porque sería necesario empezar por criticar las definiciones y diferencias entre aprender, saber y conocer y ese es ya otro asunto.

Así pues que, la razón de haber convocado aquí al conocimiento, ha sido sólo para utilizar su prestigio y el tamaño de sus antecedentes y comparar la importancia y tratamiento privilegiado que se da a su desarrollo y aprendizaje, sin que se reconozca, por su parte, el papel fundamental que, para su existencia y expansión, significa el desarrollo y aprendizaje adecuado del leer y el escribir, pero mucho más, el de la lectura y de la escritura.

Y, por supuesto, para poder afirmar que al conocimiento se accede por la lectura y se hace común, permanente y utilizable, por medio de la escritura.

Y que, para ser un descubridor de conocimiento es necesario ser un buen lector y, en consecuencia, un buen escritor.

EL CONOCIMIENTO DE LA LECTURA

Como el asunto que me interesa es el de la lectura, ahora me referiré sólo a ella y a partir de las definiciones que ya he formulado:

Lectura es la interpretación y la comprensión del sentido en la Naturaleza y en la naturaleza de una actividad cuya dinámica se inicia con el leer y cuya finalidad es descubrir conocimiento... el horizonte sin fin antes dicho.

Sólo la lectura ha sido el punto de origen y de la realización de los sueños y pesadillas de los Homo-Humanos... desde el principio y hasta el fin.

Para empezar con las definiciones de la lectura, es necesario afirmar que la lectura es sólo una, pero que son variados los medios, las formas y las tecnologías sobre las cuales se realiza, primero, el leer y luego, la lectura.

Será de acuerdo con esos medios, formas y tecnologías que se pueda hacer una diferenciación de las distintas clases de lectura que el Homo-Humano está en capacidad fisiológica y mental de realizar.

Por mi parte, establezco las siguientes tres clases de lectura, diferenciadas pero complementarias entre sí, como ya se verá.

Ellas son:

1. LA LECTURA NATURAL.
2. LA LECTURA VISUAL / SIMBÓLICA.
3. LA LECTURA VIRTUAL.

Parodiando la célebre frase, son tres lecturas distintas y una sola lectura verdadera.

A continuación ofrezco una breve descripción, pues, en los capítulos siguientes, se explicará cada una con mayor amplitud.

1. LA LECTURA NATURAL

La primera es la LECTURA NATURAL, esa lectura con la cual se leen las realidades íntimas y externas: a nosotros mismos, a los otros y a todo lo existente en el universo, con la finalidad de interpretarlas, dotarlas de sentido, descubrir conocimiento y acumular información y experiencia, útiles para la supervivencia, la reproducción y la adaptación.

Es la lectura que existe desde antes que existieran los lenguajes y las escrituras, la misma lectura que es un atributo propio del Homo-Humano y por medio de la cual se trata de comprender y vencer a las dificultades de la supervivencia y de la adaptación.

Es la lectura fundamental mediante la cual se aprehenden los conceptos básicos sobre la naturaleza: espacio y tiempo, materia y energía, con los cuales es posible construirse y desarrollarse a sí mismo, al propio "YO", la conciencia, para así poder conocerse, conectarse y relacionarse con los demás y conocer, adaptarse y sobrevivir, en el mundo.

Como ya lo dije antes, el Homo-Humano será el resultado de esa primera y fundamental lectura: un ser inteligente y satisfecho o un ser limitado y desadaptado.
La LECTURA NATURAL es una lectura sensorial, en ella intervienen todos los sentidos y la información se percibe y procesa con el cerebro, la mente y todo el cuerpo. Los sentidos, las sensaciones y sus funciones están siendo cada vez mejor explicadas por las neurociencias.

Si alguien se siente tentado a menospreciar la importancia filosófica, epistemológica y ética de esta forma de conocimiento sensorial, por la ignorancia histórica de su antigua y clásica genealogía griega, estigmatizada por veinte siglos de idealismo platónico cristianizado, los remito reconsiderar esa postura a partir de las nuevas interpretaciones a que han obligado los descubrimientos sobre el origen y la evolución por parte de las ciencias y por parte de la filosofía: materialismo, hedonismo y eudemonismo, como visiones y formas, concretas y reales, de conocer y estar en el mundo, en oposición a los veinticinco siglos de metafísica platónica de las ideas.

Recomiendo ir en búsqueda de la “alegría auténtica” de Leucipo, Demócrito, Diógenes, Epicuro, Lucrecio, Horacio y muchos otros más, tal y como propone Michel Onfray, para que se restaure la legitimidad de aquello que dice:

“La verdad se encuentra, por tanto, en los fenómenos y nada más que en ellos. El simulacro explica las modalidades múltiples de una realidad única” (1).

O, un poco más allá y continuando con Michel Onfray, hacia el reconocimiento y legitimación de una verdad no idealizada ni que se origine en mundos inteligibles:

“Muchos de ellos piensan la realidad a partir de ella misma y no buscan su principio en otra parte” (2).

Para poder afirmar:

“Allí donde está el mundo, allí se encuentra lo verdadero. El fenómeno y la sensación: he aquí lo primero en todo acceso a la verdad. El simulacro manifiesta la dinámica del mundo y existe con independencia de toda forma a priori” (3).

Hecha esta breve y necesaria digresión, regreso al asunto de la LECTURA NATURAL.
Como venía diciendo, en esta lectura, cada uno de los sentidos lee o percibe los elementos del mundo exterior o de la realidad que le corresponden para que, luego el cerebro y la mente, procesen la integración de cada información y se produzca la lectura total. Es la lectura a partir de la cual se analiza lo leído y se descubre nuevo conocimiento.

Tal como sucede, por ejemplo: cuando se establece contacto con otra persona, de inmediato se le hacen lecturas simultáneas y en varios niveles, intensidad y profundidad, con todos los sentidos.

Se lee a esa persona con los sentidos: con la mirada, los rasgos y gestos; con el oído, se escucha su voz y se diferencian sus entonaciones; con la nariz, se olfatean sus olores. Y, si se acepta mayor intimidad, se palpa su piel y hasta se saborean sus besos.

Al procesar lo que cada sentido lee, el cerebro y la mente integran las sensaciones y las someten al análisis que involucra, como ya lo había dicho, todas las funciones y actividades mentales: percibir, pensar, imaginar, asociar, memoria, sensación, simbolizar, emoción, ánimo, expresión, etc. Y, así, finalmente, descubrir conocimiento, dotarlo de sentido, formarse o ampliar o acumular nueva información.

Este es el proceso que se realiza permanentemente por la sola condición de estar en el mundo y cuya dinámica se amplia en una espiral expansiva que, a su vez, se corrige, complementa y expande, en la medida que los procesos de la conciencia analizan y transforman la información nueva, asociándola con la información acumulada en las memorias, generando y perfeccionando, constantemente, nueva información y experiencias.

Se puede afirmar entonces que la LECTURA NATURAL es el primer paso para convertirse en Maestro LECTOR LUDI y el primero de los pilares de la Sabiduría.

2. LA LECTURA VISUAL / SIMBÓLICA

La segunda lectura, la LECTURA VISUAL / SIMBÓLICA, es aquella que resulta a partir de leer signos, símbolos y códigos con significados predeterminados, cuya articulación esta regida por las reglas de un sistema establecido y universal.

Es la lectura que se realiza en los lenguajes y códigos preestablecidos, es decir, con su propia gramática, semántica, sintaxis, ortografía, etc.

Lenguajes y códigos que el mismo Homo-Humano inventa y desarrolla, tanto para comunicarse como para preservar y acumular la información que descubre conocimiento, así como para la realización de diversas funciones y actividades.

Por ejemplo, los idiomas o los lenguajes de computador o los códigos matemáticos o los códigos secretos o cualquier tipo de código que se pueda utilizar para organizar, preservar y procesar, información.

En este caso, el punto clave es convertir los signos, símbolos o códigos que se leen en lectura. Primero, en LECTURA NATURAL y, segundo, en pensamiento, en el más amplio sentido de este término. Algo así como el sentido platónico, pero sin su ideológico idealismo:

"Los verdaderos filósofos son los que aman contemplar la verdad".
Platón, La República.

Y, para complementar lo anterior, agrego lo que significaba para los griegos "contemplar", tal y como lo explica Giovanni Reale:

"El ejemplo más importante está en su uso de la palabra griega para "visión" o "contemplación" (theoria), que, por supuesto, se ha convertido, con toda facilidad, en nuestra palabra "teoría", por la que denotamos un nivel de discurso totalmente abstracto, pero que Platón utiliza para sugerir la "contemplación" de realidades que, una vez alcanzadas, están ahí para ser vistas" (2).

Ahora bien, cualquier ejemplo que se utilice al mostrar cómo funciona la lectura visual o teórica, es válido para cualquier signo o combinación de signos con los que se forme una palabra o un significante y su significado.

Por ejemplo, el caso de la palabra "mamá", más cercano a los sentimientos y emociones que a un simple objeto material o concepto de diccionario.

El ojo y el oído discriminan los signos escritos y sonoros y el cerebro y la mente los procesan y transforman la palabra en lectura. Mecánicamente sabemos, por los conceptos del diccionario, que "mamá", también, es "madre": la mujer que ha concebido un hijo. Y, a partir de este momento, la mente realiza y asocia, con todas sus áreas, la lectura. Lectura que funciona así:

La emoción se asocia con la imagen y recuerdos de la propia madre, así como también, con los paradigmas ideológicos que se han establecido para la madre y la maternidad. La memoria consulta la filología, la etimología y la historia de la palabra, así como los recuerdos de las experiencias íntimas. La imaginación crea una imagen visual o sensorial. La razón puede explorar aspectos desconocidos y mostrar una nueva realidad. O, la imaginación emocional proyectar los deseos o ideales. Y, nuevamente, se es presa de la emoción que ya es más que la simple palabra.

En fin, la mente integra todas las partes y la dota de un nuevo sentido, significado, racional y emocional, más amplio y profundo, el mismo que se va expandiendo a medida que cada palabra se relaciona o conecta con otras. Así se descubre el conocimiento.

Lo que sigue, es la posibilidad de expresarlo y compartirlo con otros y aportarlo a la memoria del conocimiento y la información de la humanidad.

3. LA LECTURA VIRTUAL (5)

Los desarrollos de la ciencia y la tecnología han ido creando, en los últimos años y se anticipan aún mayores logros en el inmediato futuro, una nueva forma de manejar, transmitir y conservar la información y, en consecuencia, nuevas formas para ver, leer y comprender al universo y a nosotros mismos que desborda, en un corto período, las capacidades que se habían ido desarrollando para ello y, casi, sin dar tiempo a una adaptación evolutiva.

Se ha generado una cibernética que, habiendo desbordado su definición original, exige la utilización plena y simultánea de todos los sentidos para percibir, para ver, leer y procesar la información, al mismo tiempo que se incrementa, aceleradamente, el suministro, procesamiento, simultaneidad y respuesta a esa información que ya no será sólo codificada, sino también táctil.

Se ha creado la realidad virtual tecnológica y ese nuevo ámbito, virtual, demanda nuevas aptitudes y habilidades cerebrales, mentales y corporales para responder y adaptarse a esas nuevas condiciones en todos los niveles y ámbitos.

Quizás la actividad humana que ha sufrido el mayor impacto con el advenimiento de esta era virtual es la de la lectura que ha tenido que pasar de ser, la solitaria y lenta lectura de signos, lenguajes y códigos, inmóviles e impresos en papel, para tener que adaptarse a la sobresaturación acelerada y virtualmente multitudinaria, ya no sólo de signos, lenguajes y códigos impresos en la virtualidad de una pantalla, sino también, a la suma casi caótica de imágenes y sonidos, todo lo cual debe ser leído en fracciones de segundo.

Este nuevo ámbito del leer y de la lectura es en el que ahora nacen y se desarrollan los nuevos Homo-Humanos, un mundo en vertiginosa transición y lenta evolución.

Las últimas generaciones, al ser ellos mismos las víctimas directas y los generadores de esas nuevas circunstancias y condiciones, de ese ámbito, se han tenido que adaptar. Pero también, ellos mismos, han tenido que ir generando los mecanismos con los cuales enfrentarlas.

Ha sido necesario que se vayan creando nuevas aptitudes y habilidades de leer y escribir, de lectura y escritura que, como las circunstancias que las generan, también están en transición y evolución... casi sin la pausa suficiente para que una forma, modo y manera, se consolide antes de obsoletizarse, para dar paso a lo siguiente y, así sucesivamente.

Esta nueva forma de lectura y escritura, por supuesto, se soporta, por el momento, en las formas de lectura y escritura anteriores, sólo que modificando, por una parte, la velocidad de percepción y proceso y, por la otra, comprimiendo los signos, lenguajes y códigos, para acelerar la interpretación y la respuesta.

Más adelante, así como en la tercera parte, se reflexionará con amplitud sobre este tema de la LECTURA y la ESCRITURA virtual.




LOS MEDIOS Y EL CRITERIO

Creada la necesidad, creado el órgano. A partir de la plasticidad y flexibilidad del cerebro y de la mente y de la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones creadas por la ciencia y la tecnología, los Homo-Humanos de las últimas generaciones, inmersos en esos nuevos ámbitos virtuales, ya están presentando las primeras respuestas adaptativas, sólo que, como se está en un período de transición, apenas si se están dando los primeros pasos para su identificación, comprensión, definición y manejo.

Por esas razones, no se puede juzgar con paradigmas obsoletos a estas nuevas generaciones, porque, si bien, están cambiando los viejos modelos, los fundamentos del Ser humanos, permanecen. Los nuevos Homo-Humanos-Virtuales, siguen siendo Homo-Humanos, pero ya diferentes, evolucionados.

Por ejemplo y como crítica radical, lo que ahora llama hiperactividad o déficit de atención, no es ni una patología ni una anormalidad, es, simplemente, un mecanismo de adaptación evolutiva, biológica y cultural, al vértigo de las nuevas realidades y circunstancias.

Aceptando que lo que distingue al Homo-Humano de las máquinas es su conciencia y que, en principio, esta se maneja y se manifiesta como atributo exclusivo de la racionalidad y la emocionalidad, en las cuales intervienen los demás elementos y atributos de cerebro y mente, es entonces posible fijar un punto de partida para la reflexión sobre la lectura que comprenda esta nueva lectura virtual.

Lo virtual de las nuevas realidades y actividades, debe ser analizado y estudiado dentro de su propia naturaleza, pero sin perder el rastro ni la guía.

En primer lugar, lo que ha cambiado son los medios: las formas de producción y los objetos en el que se soporta, maneja y conserva la información.

Una breve comparación permite visualizar la naturaleza de los cambios de los recursos y medios y de la adaptación que ha tenido que realizar la mente.

Antes de la escritura, esos medios eran la memoria y la repetición oral. Luego, fueron los medios que soportaban los signos y símbolos escritos y plásticos, hasta el desarrollo de la imprenta que, entre otras de sus características, aumenta la capacidad y velocidad para la conservación y acumulación de información y expande la posibilidad de su divulgación y acceso.

Si se mira bien, estos últimos, escritura e impresión, sobre los que se desarrolló la cultura y civilización moderna, eran medios estáticos y lentos a los cuales la mente se adaptó.

Ahora bien, entre otros, los cambios más importantes que los nuevos medios han introducido, son el incremento exponencial de la potencia de los medios anteriores, pero, más significativo todavía, están acelerando, hasta niveles increíbles, la velocidad y la capacidad del procesamiento y la transmisión de la información.

Cambios y transformaciones a los que cerebro y mente comienzan a adaptarse. Los Homo-Humanos de las nuevas generaciones ya se están adaptando a la velocidad y capacidad de procesamiento de los nuevos medios y, apenas, empiezan a desarrollar los medios y habilidades para responder a ellos.

Y, por supuesto, sus procesos de leer, interpretar, comprender y realizar la lectura, son ya diferentes a los de los Homo-Humanos de las generaciones anteriores.

En primer lugar y por más de tres mil años se leyeron signos estáticos a los que la mente debía agregar la dinámica de la interpretación y la comprensión. En la actualidad, se maneja, además de aquellos signos estáticos, información dinámica, visual y sonora, de alta movilidad, velocidad y volumen.

En segundo lugar, el procesamiento combinado y relacionado de la información que antes era ejecutado por individuos solitarios, ahora es ejecutado por máquinas a velocidades extraordinarias, imposibles de alcanzar para la mente y el cerebro humano.

En consecuencia, igual antes que ahora, la finalidad de la lectura para el Homo-Humano y para su mente, sigue siendo la misma, una condición de su supervivencia y adaptación, sólo que más poderosa.

Ese es el poder que la misma mente ha venido incrementando: descubrir conocimiento.

Y, así como en el principio: la lectura continúa siendo el primer paso en el descubrimiento de conocimiento.

Ese conocimiento que demuestra que la realidad no es ni una ni unidimensional.

Que es un reino de las mil y una posibilidades en el cual no existen los absolutos.


NOTAS

(1) Michel Onfray, Las sabidurías de la antigüedad. Contrahistoria de la filosofía, I, Anagrama, Barcelona, 2007, p. 47.
(2) Michel Onfray, Las sabidurías de la antigüedad. Contrahistoria de la filosofía, I…, p. 57.
(3) Michel Onfray, Las sabidurías de la antigüedad. Contrahistoria de la filosofía, I…, p. 70.
(4) Giovanni Reale, Platón, en búsqueda de la sabiduría secreta, Herder, Barcelona, 2001 (371 p.), p. 260. En esta obra, Reale demuestra que la postura de Platón sobre la escritura, como en tantas otras cosas, no era lo que se creía.
(5) http://lecturavirtual.blogspot.com/

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