domingo, 31 de enero de 2010

Lógica natural y lógica cultural
de la Lectura Lúdica

Por Iván Rodrigo García Palacios

Los procesos lógico-naturales y lógico-culturales mediante los cuales el Homo-Humano realiza la Lectura Lúdica y descubre conocimientos se desarrollan así:

1. Procesos lógico-naturales:

- Percepción.
- Estimación.
- Evaluación.
- Modulación.
- Reacción.

Esto se explica así: Al momento de presentarse un estímulo -interno o externo- el cuerpo automáticamente percibe tal estímulo con los sentidos y produce una reacción neurofisiológica que informa a diferentes sectores del sistema nervioso y el cerebro. De inmediato el cerebro hace una estimación del estímulo, reconociéndolo como experiencia previa o como tomándolo como novedad y procede a evaluarlo. De acuerdo con lo anterior, modula u organiza una reacción. Estos procesos se repiten frente a todo estímulo y las reacciones serán más rápidas y asertivas a medida que se aumenta la experiencia.
Hasta este punto, se puede decir que lo que está sucediendo es una acción de leer y reaccionar automáticamente, mediante la cual y por repetición se alcanza el entrenamiento.
Será, a partir de este entrenamiento que se desarrolle el proceso lógico-cultural mediante el cual se realiza la Lectura Lúdica y el descubrimiento de conocimiento:

2. Procesos lógico-culturales:

- Análisis.
- Comprensión.
- Dotación de sentido.
- Conservación: memorias y recuerdos.

Esto se explica así: cuando el Homo-Humano comienza a preguntarse por la naturaleza de los fenómenos que se suceden con los estímulos u objetos de su percepción y las acciones que él mismo, sus experiencias y los estímulos producen, inicia el análisis que no es otra cosa que la comparación de sucesos y experiencias que se repiten o no, hasta encontrar las causas que los producen y los efectos resultantes. A partir de allí, inicia el proceso de comprensión mediante el cual puede identificar cada estímulo u objeto por lo qué es, por lo qué hace y por los resultados. Con ello, dota o asigna un sentido a cada estímulo u objeto y a sus reacciones y acciones, hasta el punto de poder llegar a provocar la repetición voluntaria del mismo suceso o la combinación de varios sucesos para provocar nuevos fenómenos. Con todo ello y con los mecanismos de memoria biológica y con aquellas herramientas de memoria que inventa, comienza la conservación, acumulación y trasformación de los conocimientos descubiertos.
Es necesario agregar que el cuerpo humano desarrolla la mente a partir de la lectura y cartografía de sí mismo, de sus sensaciones, sentimientos y de los sucesos que lo afectan, es decir, del desarrollo de los procesos lógico-naturales y lógico culturales de la Lectura Lúdica y el descubrimiento de conocimientos.
Esa mente será la encargada de manejar y trasformar tanto al cuerpo como a sí misma y al mundo que lo rodea y que será más poderosa en la medida que realice una mejor Lectura Lúdica.

***

De lo anterior puede deducir se que el Homo-Humano posee las cualidades naturales para descubrir e inventar conocimientos, las cuales, si se desarrollan, adecuada o inadecuadamente y a partir de las lógicas naturales y culturales, lo harán mejor o peor.
Para ilustrar lo anterior, un ejemplo simplificado:

El cuerpo y la mente se mueven y perciben el movimiento de sí mismo y de los estímulos u objetos que los afectan y rodean (1). De acuerdo a la lógica-natural, se desarrollan experiencias de acciones reactivas de movimiento para su bienestar y supervivencia. En un contexto natural, es todo lo que se requiere.
Pero, como el Homo-Humano es "algo más", un ser con mente que inventa la cultura, es a partir de la lógica-cultural que convierte experiencias en conocimientos. En esa lógica-cultural y respetando la lógica-natural, descubrirá y aprenderá mejor si, a cada estímulo u objeto y a cada necesidad, la enfrenta y resuelve con su lógica-cultural.
Me explico: si a las experiencias de movimiento se las analiza en los componentes que las producen e integran: tiempos, distancias, esfuerzos, etc., se podrán comprender causas, efectos y utilidades. Luego, al dotar y asignarle sentido a los sucesos del movimiento, habrá descubierto conocimientos sobre el mismo, sobre los demás y, poéticamente, habrá iniciado el movimiento que lo llevará a las estrellas.
Para ilustrar, imagine una situación de la vida cotidiana de una habitante de ciudad, tan común y corriente como cruzar una calle:
Recién nacido, ese habitante de ciudad es llevado en brazos por los adultos y él apenas observa desconcertado el mundo que lo rodea, descubriendo todo lo que estimula sus sentidos y acumulando sus primeras experiencias, las mismas que afectarán sus experiencias y comportamientos futuros.
Cuando aprende a caminar, primero se entrena para dominar su equilibrio y la dirección de sus pasos. Luego, controla su velocidad, distancias y obstáculos. Y así sucesivamente hasta dominar y dirigir sus desplazamientos de forma segura y útil.
A medida que va conociendo y controlando los tiempos y espacios de su ámbito, se aventurará, sólo y en compañía, a recorrer espacios más complejos, tal el caso de cruzar una calle. Para controlarlo tendrá que haber conocido y conocer los innumerables elementos y factores que actúan en esos ámbitos siempre cambiantes.
En fin, y para simplificar hasta el punto que quiero resaltar, uno de los elementos que el habitante de la ciudad tiene que conocer y aprender a controlar, para poder cruzar las calles, es el de los vehículos que se desplazan por ellas, particularmente, la velocidad de su desplazamiento, de ello dependerá su vida.
Si en este punto se aplica el método de la Lectura Lúdica, se podrán deducir las lógicas naturales y culturales del aprendizaje y descubrimiento de conocimientos.
Como puede contemplarse, con la lógica-natural, cuerpo y mente "conocen y reconocen" y actúan dentro y con las leyes de la física. Como experiencia, conocen y reconocen un objeto y la velocidad de su desplazamiento. Será en este momento en el cual debe entrar a opera la lógica-cultural: analizar, deducir, comprender, conocer, teorizar, desarrollar, memorizar y aplicar, las leyes de la física: contemplar "el más allá" de las cosas, contemplar el misterio de lo desconocido como un territorio al que es necesario explorar y descubrir... para su viaje a las estrellas.
Porque, como la necesidad y la curiosidad obligan a descubrir conocimiento, cada nuevo conocimiento descubrirá una nueva necesidad y un nuevo motivo de curiosidad, y así hasta el infinito.
Pero también, se manifestarán la sabiduría y la estulticia del cuerpo y de la cultura.
El cuerpo es sabio y estulto, porque si bien ha evolucionado hasta asombrosos grados de complejidad para la supervivencia, también tiene las capacidad de engañarse y perjudicarse.
La cultura es sabia y estulta, porque, así como ha inventado la filosofía, las ciencias y las artes, también tiene la capacidad de producir interferencias ("bugs", "virus", malinterpretaciones, desviaciones, etc.) por ignorancia, estupidez y malas intenciones, consigo misma y con el cuerpo (resistencia al cambio, fundamentalismos, etc.) que perjudican la vida.
En consecuencia y continuando con el ejemplo, el habitante de la ciudad que ha aprendido a cruzar las calles, se preguntará cómo desplazarse más rápida y eficientemente por ellas y querrá aprender a conducir un vehículo. Como ya conoce del movimiento y desplazamiento de su propio cuerpo y el de otros objetos, tendrá que aplicar esos conocimientos y descubrir nuevos conocimientos para el manejo y control de los objetos que lo trasportarán.
Será, entonces, la Lectura Lúdica la que le mostrará el camino para satisfacer sus necesidades y curiosidades por medio de la física, la geometría, la química y todas las ciencias, la filosofía y las artes. Por supuesto, la Sabiduría y sus amigos que le enseñan a preguntarse y a pensar y las artes que le enseñan a gozar.

***

Si el método de la Lectura Lúdica es un método universal, será entonces posible aplicarlo a la totalidad de las relaciones y experiencias del Homo-Humano consigo mismo, con los otros y con el mundo, buscando la Sabiduría y luchando contra la estulticia.
La Lectura Lúdica será un método ascendente: de lo sencillo a lo complejo y del Homo-Humano natural al Homo-Humano cultural. Un Homo-Humano siempre en potencia.

NOTAS
(1) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos, Crítica, Drakontos, Barcelona, 2009.
Naturaleza de la lectura
Lectura de la Naturaleza

Por Iván Rodrigo García Palacios

Para no tratar de inventar lo que ya se ha inventado, voy a trascribir la explicación de Maryanne Wolf sobre la naturaleza neurobiológica de la lectura, con la aclaración de que, cuando ella se refiere a leer y a lectura, sólo se está refiriendo al acto de leer los textos escritos en un idioma:
"No nacimos para leer. Los seres humanos inventamos la lectura hace apenas unos milenios. Y con este invento modificamos la propia organización de nuestro cerebro, lo que a su vez amplió nuestra capacidad de pensar, que por su parte alteró la evolución intelectual de nuestra especie. La lectura es uno de los inventos más notables de la historia, una de cuyas consecuencias es precisamente la posibilidad de dejar constancia de esta última. El invento de nuestros antepasados pudo aparecer sólo gracias a la extraordinaria capacidad del cerebro humano para establecer nuevas conexiones entre estructuras preexistentes, un proceso posible gracias a la capacidad cerebral de moldearse de acuerdo a la experiencia. Esta plasticidad intrínseca del cerebro constituye la base de casi todo cuantos somos y de lo que podemos llegar a ser" (1).
Por ello, remito a ese y otros libros relacionados para conocer sobre la naturaleza neurobiológica de la lectura de textos y paso a exponer los aspectos sobre la lectura de la naturaleza.
En primer lugar, es necesario empezar por decir que el cuerpo humano es un objeto físico compuesto de materia y energía que se ha organizado hasta el punto de manifestarse, biológicamente hablando, en eso que llamamos vida.
Para explicar lo anterior, es necesario tener en cuenta que todas las manifestaciones y expresiones de los organismos vivos están dirigidas, imperativa y automáticamente, hacia la supervivencia con bienestar (homeostática), lo cual funciona a partir del mecanismo biológico de reactividad al placer y al dolor: atracción-rechazo de estímulos internos y externos y por la acción de mecanismos y procesos simples y complejos que actúan simultáneamente, según la sencillez o complejidad del organismo.
Esas reacciones, de lo simple a lo complejo, son como lo explica Antonio Damasio:
1. Respuestas inmunes, reflejos básicos, regulación metabólica.
2. Comportamientos de placer y dolor.
3. Instintos, apetitos y motivaciones.
4. Emociones.
5. Sentimientos. (2).
Las reacciones de ese mecanismo biológico de reactividad al placer y al dolor son interpretadas por el cerebro y la mente y se manifiestan por un amplio repertorio de reacciones y acciones de doble vía en las que están involucrados aspectos fisiológicos, emocionales, sentimentales y culturales.
Algunas de ellas son:
(peligro o amenaza >< miedo o huida) (apetito >< exaltación) (ganancia >< pérdida) (alegría >< tristeza) (satisfacción >< frustración) (vida >< muerte) (crecimiento >< detrimento) (gusto >< disgusto) (defensa >< ataque), etc.
Ahora bien, como cada organismo reacciona de manera propia: individual o colectivamente, es a partir de ello que se originan la individualidad y la cultura.
Desde que los Homo-Humanos eran sólo Homos, quizás, una de las primeras cosas que descubrieron y que convirtieron en inderivable conocimiento y fuente para la derivación de posteriores conocimientos, fue el hecho cierto de que eran cuerpos y que los cuerpos de las mujeres y el cuerpo de los hombres eran, se comportaban y funcionaban, de maneras diferentes.
Eran cuerpos que sentían:
"Los sentimientos de dolor o placer, o de alguna cualidad intermedia, son los cimientos de nuestra mente" (3).
Como ya lo cité antes, para Spinoza, mente y cuerpo son atributos paralelos, manifestaciones, de la misma sustancia (Ética, parte I), para luego agregar:
"La mente humana es la idea del cuerpo humano".
(Spinoza, Ética, parte II).
En consecuencia y como la actual neurobiología lo está demostrando, mente y cuerpo son dos aspectos, sólo separados teóricamente, de una misma naturaleza que se manifiestan en total unidad, conexión y relación, de tal manera que lo que sucede en el cuerpo afecta a la mente y viceversa.
Fue a partir de esos dos cuerpos naturales: mujeres y hombres y de los conocimientos derivados de y por ellos que el Homo Humano ha ido descubriendo la Naturaleza que lo rodea, la naturaleza de su cuerpo natural y, a partir de allí y con la idea de ese cuerpo, con la mente, se ha inventado otros cuerpos, los cuerpos culturales: ha derivado visiones para el Ser y Estar del cuerpo, el suyo, el de los otros y de todo lo demás, a través de los medios y mediadores que ha ido desarrollando en la cultura.
Estos mediadores son: sensaciones, símbolos, imágenes, signos, palabras, historias. El cuerpo como sensación, símbolo, signo, imagen, palabra, historia. El cuerpo como placer y como dolor.
En este contexto, se podría decir que la lectura se origina en lo que el cuerpo lee y lo que que se lee del cuerpo, cuerpo que para este caso sería tanto el cuerpo mismo como todo aquello a lo que extiende su percepción, percepción que una vez procesada es transformada en medio o mediador.
Es este cuerpo lector en el que la naturaleza desarrolla las habilidades naturales de lectura y en el que el individuo y la cultura pueden limitar o ampliar tanto esas mismas habilidades como todas aquellas que pueda desarrollar en uso de sus capacidades mentales.
Cuando se habla de la mente, es entonces el momento en el cual la lectura es ya una capacidad y una habilidad superior y esa capacidad y esa habilidad superior son aquellas que se derivan y desarrollan a partir de la intencionalidad, la voluntad y el deseo: la invención y articulación de los medios y mediadores (Vigostski).
En este punto, ya estamos hablando del leer y de la lectura propiamente dichos, es decir, lo que se lee y de lo que se hace con lo que se lee: entrenamiento de las capacidades naturales y desarrollo de las habilidades mentales.
El entrenamiento de las capacidades naturales es aquello que se hace repetidamente hasta perfeccionar la realización de una acción o actividad efectiva y eficientemente. El desarrollo de las habilidades mentales es aquello que se logra, al alcanzar "el más allá" de las cosas, al descubrir conocimiento.
Planteadas así las cosas, la Lectura Lúdica es, paralelamente, un proceso lógico-natural y un proceso lógico-cultural, mediante el cual el Homo-Humano explora su Ser y Estar para descubrir conocimiento en sí mismo, en los otros y en el mundo.
De acuerdo con la definición propuesta antes para la Lectura Lúdica, es necesario ahora pasar a describir las lógicas de esos procesos lógicos.


NOTAS
(1) Maryanne Wolf, Cómo aprendemos a leer. Historia y ciencia del cerebro y la lectura, Ediciones B, Barcelona, 2008, p. 19.
(2) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos, Crítica, Drakontos, Barcelona, 2009, p. 40 y ss..
(3) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos..., p. 9.
Lectura
de la Lectura Lúdica


Por Iván Rodrigo García Palacios

La Lectura Lúdica es aquella lectura que contempla "el más allá" de las cosas.
Contemplar en el sentido de los griegos es "theoría", es el mismo sentido que hoy se le da a ese concepto (1).
En esas condiciones, Lectura Lúdica es la actividad por medio de la cual el Homo-Humano percibe, estima, evalúa, modula y reacciona ante un estímulo -interno o externo-, para luego analizarlo, comprenderlo, dotarlo de sentido y conservarlo como un nuevo conocimiento que forma, afirma o trasforma a la memoria, a la experiencia y a los conocimientos existentes.
Y, cuando me refiero a la lectura, no sólo me estoy refiriendo a la lectura de textos escritos o de otros sistemas articulados de signos y señales, sino también a las capacidades del cuerpo y del cerebro para procesar las percepciones de todos los estímulos que los afectan interna y externamente, como lo explicaré más adelante.
Así definida, la Lectura Lúdica se extiende a la total Naturaleza del Ser humanos: física, metal y espiritual, es decir, a la contemplación del Ser y Estar en sí mismo, con los otros y en el mundo.
Como lo definía Spinoza y las modernas neurociencias lo están demostrando (2), mente y cuerpo son atributos paralelos, manifestaciones de la misma sustancia (Ética, parte I), para luego agregar:
"La mente humana es la idea del cuerpo humano".
Spinoza, Ética, parte II.
Se puede decir, entonces, que la mente es la lectura que se hace del propio cuerpo, de los otros y del mundo y que, en consecuencia, mente y cuerpo son lectores por naturaleza: el cuerpo y cerebro leen; la mente organiza, analiza, comprende, dota de sentido y maneja la memoria.
Aquí es necesario aclarar que una cosa es leer y otra cosa es la lectura. Cuerpo y mente leen por Naturaleza, por imperativa necesidad, pero sólo serán Lectores Ludi por intención, deseo y voluntad, es decir, el Homo-Humano descubre conocimiento al actuar por necesidad y curiosidad y cada nuevo conocimiento trae consigo nuevas necesidades y curiosidades y así sucesivamente. Es ahí donde se manifiestan la sabiduría del cuerpo y la estulticia de la cultura.
Es necesario, entonces, hacer las siguientes aclaraciones:
Leer es una cualidad natural de cuerpo y mente, es decir y según la definición dada para Lectura Lúdica, al leer sólo se realiza una parte del proceso: percibir, estimar, evaluar, modular y reaccionar ante un estímulo -interno o externo-. Hasta aquí, cuerpo y mente, actúan automáticamente.
Para realizar la Lectura Lúdica, es necesario entonces que intervenga la intencionalidad (3), es decir, la intención, el deseo y la voluntad que es con lo que se complementa en la segunda parte de la definición: análisis, comprensión, dotación de sentido, descubrimiento y conservación de conocimiento, para lo cual intervienen tanto los elementos biológicos: circuitos neurales y memoria, como los mentales: recuerdos, experiencias y sentimientos.
Desde esas definiciones, se puede afirmar que leer es el resultado de un entrenamiento del cuerpo y del cerebro. La lectura es el desarrollo de las potenciales cualidades y habilidades superiores del cuerpo y de la mente.
Esa lectura será más humana, será Lectura Lúdica, si es un juego, un juego tal y como lo expresara Friedrich Schiller:
"Expresado con toda brevedad, el hombre sólo juega cuando es hombre en el pleno sentido de la palabra, y sólo es enteramente hombre cuando juega" (4).
***
Ese método, al que denomino Lectura Lúdica a la escritura y realización de una obra de arte o a la realización de un descubrimiento científico, es más próximo al misterioso proceso creativo que a la formalidad académica y, por lo mismo, es más un juego de la imaginación, porque la lectura debe ser de la misma naturaleza de la escritura: una actividad en la que se descubren nuevos conocimientos con pasión, imaginación, pensamiento y esfuerzo, o para decirlo con Giordano Bruno: con "heroicos furores" (5).
Antes de iniciar la Lectura Lúdica a algunas de las grandes obras de los Homo-Humanos, propongo una explicación sobre qué es la Lectura Lúdica. Para ello es necesario comenzar por hacerse aquellas preguntas cuyas respuestas todos quisiéramos conocer, pero cuyas respuestas son esquivas:
¿Cómo cada artista o científico inventa sus obras? ¿Cómo se realiza una obra de arte o un nuevo invento? en fin, ¿cuáles son los misterios de la imaginación y de la creatividad?
Lo que si no es esquivo, es proponerse ser como son los artistas y los científicos: imaginativos y creativos al momento de hacer la lectura del mundo, de los maestros, de las obras de arte y las obras de la ciencia y de la tecnología, de todo aquello que los precedió, ello con el fin de descubrir la naturaleza de esas obras y las formas cómo estas fueron realizadas, para y, de esta forma, descubrir conocimiento; conocimiento que es todo aquello que se encuentra en la oscuridad de los misterios del universo hasta que lo descubrimos. Eso es lo que denomino Lectura Lúdica.
Al igual que los artistas o los inventores en las ciencias, el Lector Ludi conoce el mundo, los desarrollos del arte y de las ciencias y a sus autores; contempla los elementos que integran y forman las obras de arte o los inventos y, a partir de ello, realiza su propio análisis, comprensión, interpretación y dotación de nuevo sentido, para así lograr el descubrimiento de nuevo conocimiento.
Los métodos y lógicas que usa o puede usar el Lector Ludi para el descubrimiento de conocimiento son muchos y variados, al gusto de cada cual; sin embargo, en general, se acomodan al mismo modelo lógico tradicional: inducción, deducción y prueba, esto en los métodos más formales, en los cuales, por más que se la evite, siempre estará presente la imaginación.
En los métodos más libres e informales, como el de la Lectura Lúdica que propongo, se le da mayor importancia a la imaginación y a la intuición, porque, al incluir la abducción, junto con los métodos lógicos de la inducción, la deducción y la prueba, estos se aplican a partir de la contemplación del objeto o fenómeno a analizar, interpretar, comprender y dotar de sentido, desde puntos de vista diferentes y no necesariamente concretos y probados. Eso es la abducción.
La abducción, como ya lo cité atrás y según lo anota Carlos Rendón:
"Se trata, según leía alguna vez en un artículo de Heinz Heckhausen, del cortocircuito, de la chispa que se produce entre dos complejos de imaginación hasta entonces separados, "por mediación de un elemento común". La complejidad de un concepto -de una imagen- puede así potenciarse, multiplicarse como por arte de magia, al estar puesta en contacto con diferentes contextos" (6).
Con este método en mente, el Lector Ludi debe actuar sin miedo a formular y formularse hipótesis, como lo recomendaba Charles Darwin, así estas, a primera vista, parezcan descabelladas, como me gusta calificarlas.
¿Qué son las hipótesis descabelladas?
Para efectos de un principio de método para jugar a descubrir conocimiento aplicado a la Lectura Lúdica, digo que las hipótesis descabelladas son aquellas que se hace el lector común cuando empieza a mezclar sus lecturas y encuentra conexiones arbitrarias o reales con algo que ha leído o contemplado en otra parte o con asuntos de la realidad en general o las realidades metafísicas y para los cuales todavía no posee la erudición de los expertos, quienes para esos menesteres ya se han equipado de materias, métodos formales y un extenso diccionario de términos, definiciones y conceptos, la mayor parte de las veces, ajenas y extrañas al mortal común y corriente.
¡Hipótesis descabelladas! ¡Por supuesto! Ese es el punto de partida desde el cual contemplar un asunto o una idea que despierta la curiosidad o la atención, bien por sorpresiva o por disparatada, para jugar con ellos, como lo hacen los niños: hasta que se agotan sus variaciones y conexiones o, hasta cuando, por la presencia y acumulación de nueva información y nuevos conocimientos, se descubren otras hipótesis descabelladas.
Lúdica y juegos que, lastimosamente, van desapareciendo cuando los niños se hacen mayores y la cultura los formaliza, petrificándolos en la nostalgia y condenándolos como a pecados de inmadurez e incorrección.
Y digo, a manera de metodología, que mis hipótesis descabelladas son como los juegos de los niños, porque pienso que sus juegos son el remanente y el punto de partida que permanece del primordial inicio de la actividad mental del Homo-Humano que, igual hoy que en aquel entonces, a la manera de los juegos infantiles, ve, siente, imagina, sueña, acumula, conecta, relaciona, ordena, varía, experimenta, en fin, juega a ese juego en el que se origina la invención de las palabras y del el lenguaje (7).
La aplicación del método de las hipótesis descabelladas a la Lectura Lúdica de la escritura de una obra de arte, puede ser tan libre e imaginativa como cada cual lo desee, sin embargo, debe partir de las materias primas formales que se enumeraron antes: un amplio conocimiento del autor, de la obra y del contexto en el que fue realizada, etc., para de allí poder realizar una adecuada Lectura Lúdica, que nunca es ni la única ni la última.
Sólo a partir de esa experiencia será posible contemplar, distinguir, conectar, abducir, inducir, deducir y precisar, esa chispa de novedad y asombro que brota de la materia estudiada, para, de ella, poder interpretar y comprender el nuevo sentido que ofrece, con el cual ya es posible descubrir, contemplar, aquello que antes era misterioso y oscuro, y que a partir de ese instante emerge a la luz de lo conocido.
Es necesario hacer un par aclaraciones:
En primer lugar no se trata de inventar algo fantasioso o ficticio, si bien, lo que se busca y se obtiene son informaciones difíciles de probar, ello no quiere decir que sean imposibles de ser demostradas y probadas con otros métodos cuando surjan nuevas evidencias y fuentes de información que las respalden y la legitimen. Tal el caso de las artes que son aquellas actividades en los cuales se inventan los lenguajes de la imaginación, esos que nutren los lenguajes de la razón.
Como se trata de un método informal, ello no quiere decir que no se pueda recurrir a la información formal existente, en ella existe muy buena cantidad de datos ya probados con los cuales se pueden elaborar puntos de partida o interpretaciones útiles al propósito que persigue el Lector Ludi:
"(...) comenzando a vivir intelectualmente; vive la vida de los dioses, nútrese de ambrosía y de néctar se embriaga" (Los Heroicos Furores, I, 4).
La embriaguez del "verdadero artista" y del "verdadero científico" de que habló Nietzsche.

NOTAS

(1) Giovanni Reale, Platón, en búsqueda de la sabiduría secreta, Herder, Barcelona, 2001 (371 p.), p. 260.
Para complementar lo anterior, agrego lo que significaba para los griegos "contemplar", tal y como lo explica Giovanni Reale:
"El ejemplo más importante está en su uso de la palabra griega para "visión" o "contemplación" (theoria), que, por supuesto, se ha convertido, con toda facilidad, en nuestra palabra "teoría", por la que denotamos un nivel de discurso totalmente abstracto, pero que Platón utiliza para sugerir la "contemplación" de realidades que, una vez alcanzadas, están ahí para ser vistas".
(2) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos, Crítica, Drakontos, Barcelona, 2009.
(3) John R. Searle, La mente. Una breve introducción, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2006, pp. 205 y ss.
(4) Friedrich Schiller, Cartas sobre la educación estética del hombre, carta decimoquinta. Citado por Rüdiger Safranski, El Romanticismo. Una odisea del espíritu alemán, Tusquets, Barcelona, 2009, p. 42.
(5) Giordano Bruno, Los heroicos furores, Tecnos, Madrid, 1987, pp. 56-57:
"TANSILLO: Se suponen, y de hecho existen, varias especies de furores, todas las cuales se reducen a dos géneros: los unos manifiestan únicamente ceguera, estupidez e ímpetu irracional, tendiendo a la insensatez ferina; consisten los otros en cierta divina abstracción por la cual algunos alcanzan a ser en verdad mejores que los hombres ordinarios. Y estos son a su vez de dos especies, pues ciertos individuos, al haberse convertido en habitáculo de dioses o espíritus divinos, dicen y obran cosas admirables de las que ni ellos mismos ni otros entienden la razón (...). Otros, por estar avezados o ser más capaces para la contemplación y por estar naturalmente dotados de un espíritu lúcido e intelectivo, a partir de un estímulo interno y del natural fervor suscitado por el amor a la divinidad, a la justicia, a la verdad, a la gloria, agudizan los sentidos por medio del fuego del deseo y el hálito de la intención y, con el aliento de la cogitativa facultad, encienden la luz racional, con la cual ven más allá de lo ordinario; y estos no vienen al fin a hablar y obrar como receptáculos e instrumentos, sino como principales artífices y eficientes".
(6) Cita tomada de: Carlos Rincón, García Márquez, Hawthorne, Shakespeare, De la Vega & Co. Unltd., Serie La Granada Entreabierta, 86, Instituto Caro y Cuervo, Santa Fe de Bogotá / 1999:
"Racionamiento por abducción", descubierto por Charles S. Peirce en 1879 y que funciona, algo así, como lo explica Carlos Rincón:
"Se trata, según leía alguna vez en un artículo de Heinz Heckhausen, del cortocircuito, de la chispa que se produce entre dos complejos de imaginación hasta entonces separados, "por mediación de un elemento común". La complejidad de un concepto -de una imagen- puede así potenciarse, multiplicarse como por arte de magia, al estar puesta en contacto con diferentes contextos.
El tic-tac que escuchaba era quizás el mismo del reloj de Tiffany olvidado por Charles S. Peirce el 21 de junio de 1879, al llegar a Nueva York a bordo del "Bristol", y que lo llevó a descubrir el razonamiento por abducción. Mientras la inducción y la deducción, según Peirce, nada agregarían a los datos de la percepción, la abducción, dependiente de las "percepciones inconscientes de relaciones entre aspectos del mundo", sería, según su notable relato de la pérdida y recuperación del reloj olvidado y robado en el "Bristol", la inclinación a sostenr una hipótesis, con algo de instinto de adivinación. Según Thomas A. Sebeok y Jean Umiker-Sebeok, en la yuxtaposición que hicieron en 1980 de Charles S. Peirce y Sherlok Holmes en su You Know My Method: "todo nuevo conocimiento depende de la construción de una hipótesis. Sin embargo, y dicho citando la página 238 del octavo volumen de los Collected Papers de Peirce: "Al comienzo no parece haber lugar alguno para preguntar qué la apoyaría, pues del hecho concreto de que se dispone sólo se desprende un tal vez (tal vez sí y tal vez no). Hay, sin embargo, una clara tendencia en dirección a la confirmación; y la frecuencia con que la hipótesis se establece como un hecho concreto (...) pertenece a los más sorprendentes entre los milagros del universo".
(7) Adriana Silvestre y Guillermo Blanck, Bajtín y Vigotski: la organización semiótica de la conciencia, Anthropos, Barcelona, 1993.

sábado, 16 de agosto de 2008




Sin la lectura... ¿Quién soy yo?
Por
Iván Rodrigo García Palacios



Medellín-2008

Sin la lectura... ¿Quién soy yo?



Para Cristina y Nicanor, motivo y prueba de este experimento.
Sin la lectura... ¿Quién soy yo?

CONTENIDO



Introducción
PRIMERA PARTE:
Antropología y neurociencias en la lectura y la escritura

Capítulo 1
La lectura del origen o el origen de la lectura

Capítulo 2
¿Cómo y por qué se lee?

Capítulo 3
Los lenguajes para la vida

Capítulo 4
Lectura y escritura: Mecanismos evolutivos de la mente humana

Capítulo 5
¿Falso o verdadero?: ¿Es la primera impresión la que vale?


SEGUNDA PARTE:
Definiciones sobre la lectura y la escritura

PRESENTACIÓN:
Maestro será quien enseñe a otro a ser lector
Capítulo 1
¿Alquimia y lectura?

Capítulo 2
Leer y escribir - Lectura y escritura

Capítulo 3
El desarrollo de la lectura: Espíritu, mente y cerebro
Capítulo 4
La exploración y la cartografía de la lectura

Capítulo 5
La lectura virtual de la realidad virtual

Capítulo 6
El juego y la lectura.
¿Cómo se hace un buen lector?: Jugando
Sin la lectura... ¿Quién soy yo?


INTRODUCCIÓN

La lectura y la escritura,

cuestión de supervivencia


El conocimiento está ahí, por siempre.

La lectura y la escritura, que hasta hace algún tiempo fueran territorios sagrados y que ahora parecen obsoletas banalidades, son en realidad manifestaciones de la Naturaleza a través de las cuales, como con todo lo demás que lo determina, el Homo-Humano evoluciona, se adapta y sobrevive y como tales se las debe estudiar.

La lectura y la escritura, más que actividades estéticas, son las máximas habilidades con las que la Naturaleza dotó al Homo-Humano para su evolución, supervivencia, reproducción y adaptación.

O, parodiando la célebre frase de Descartes: Existo porque soy lector y escritor.

O, si así lo desea, para lograr alcanzar la verdadera realización de Ser Humano.

Leer es una acción natural y propia de todo organismo biológico necesaria para su supervivencia, reproducción y adaptación. Leer es un acto biológico y mecánico de todos los organismos vivos. La lectura, por su parte, es una función que, al desarrollarse, se convierte en la habilidad de descubrir conocimiento, propia del Homo-Humano. Es de esa habilidad y su desarrollo sobre lo que tratan las páginas de este libro.

Lectura y escritura son el resultado de la evolución biológica y cultural de procesos cerebrales y mentales que funcionan con los circuitos de neuronas, organizados y articulados, que reaccionan ante la excitación que les producen, por medio de acciones orgánicas, químicas y físicas, los signos y códigos de los lenguajes, tal y como lo han venido demostrando las neurociencias.

La lectura es el proceso mediante el cual el cerebro y la mente perciben, analizan, interpretan y dan sentido a las realidades, internas y externas, para luego memorizar y reproducir el resultado como información y experiencia, a partir de lenguajes y códigos establecidos, los cuales han sido inventados, desarrollados y articulados, para mejorar las condiciones de supervivencia y adaptación. Este es el proceso mediante el cual se descubre conocimiento.

La escritura es un proceso más elaborado y complejo mediante el cual el cerebro, la mente y el cuerpo, comparten o transmiten o comunican a otros la información y las experiencias propias para ser confrontadas, conservadas y utilizadas en el desarrollo de nuevos descubrimientos de conocimiento, a partir de lenguajes y códigos establecidos y con la intervención de sectores específicos del cerebro y el cuerpo.

Sobre estos presupuestos se fundamenta la actividad comunicativa. Entre los seres vivos toda impresión, reacción, expresión, conducta y comportamiento, se convierte en acciones, actividades y habilidades comunicativas. A toda impresión o estímulo, responde y corresponde una expresión, este es el proceso básico de la comunicación.

La finalidad original y natural de la comunicación fue, primordialmente, la de conocer las reacciones, el pensamiento y las emociones de los otros y, en segundo lugar, dar a conocer el propio pensamiento y las propias emociones. Era y es cuestión de supervivencia.

Antes de continuar, es necesario advertir que considero como escritura, también y para los efectos de estas reflexiones, a la elaboración, transmisión y comunicación oral, gestual y dinámica, de emociones, gestos, pensamientos e ideas, debidamente articulados y organizados para ser transmitidos, compartidos, confrontados y recordados por los otros, porque de esta manera se podría decir que se hace una escritura para ser comunicada y, al mismo tiempo, conservada en la memoria y en la experiencia.

Como trataré de explicarlo en los capítulos de este libro, la lectura y la escritura, más que una herramienta son habilidades, funciones, con las que la Naturaleza dotó al Homo-Humano para su evolución, adaptación y supervivencia.

Los lenguajes se inventaron por la necesidad de expresar y darle sentido, permanencia y proyección, a lo que los sentidos percibían, a lo que se leía. Luego, se inventó la escritura.

Para ser irónico y satírico, si no cree en las anteriores afirmaciones, el que así lo quiera, puede realizar una mínima observación y reflexión sobre el destino que espera a los millones de alfabetos funcionales -aquellos que saben leer y escribir y poco más nada de la lectura ni de la escritura- quienes son reproducidos sistemática, económica, mecánica y periódicamente, por las incontables instituciones educativas de todo el planeta, para que se den cuenta de la clase de rebaño de cuasi-bestias en el que se está convirtiendo a la humanidad.

Estos alfabetos funcionales son el resultado de un proceso de degeneración cultural que cada año se manifiesta en la pobreza decreciente de las habilidades de la lectura y la escritura, tal como son evaluadas por los sistemas educativos de los países del mundo.

Situación crítica para la humanidad que, al igual que la crisis ecológica, es el resultado de la intervención humana y la promoción de ideologías de estupidización por parte de los poderes económicos, políticos, religiosos, etc., a través de los medios masivos de comunicación, convertidos y utilizados por esos poderes en aparatos del "show business", en eso que llaman industria del espectáculo.

La búsqueda de la Sabiduría dejó de ser un asunto vital de la existencia del Homo-Humano, para convertirse en una mercancía de moda con la que trafican inescrupulosos hechiceros y gurús, así como miles de profesionales de las profesiones que se han inventado, para mercadear, como supuestas fórmulas infalibles y mágicas, productos con los cuales se promete que es posible alcanzar la felicidad, por medio de las ilusiones y mentiras de la publicidad.

¡Proféticas resultaron las reflexiones de Walter Benjamín sobre la banalización del arte!
No se requiere saber leer y escribir, aun cuando ayuda, para ser un buen lector y escritor, así como para ser un evolucionado y adaptado Homo-Humano. Para ello se cuenta con una dotación evolutiva: la de tener las capacidades y las habilidades de la lectura y de la escritura natural.

A partir de esa dotación natural y como consecuencia del proceso evolutivo del mismo Homo-Humano, así como de la evolución de la cultura y de las tecnologías, se desarrollaron esas otras lecturas y escrituras que se conocen hasta la actualidad:

1. Lectura y escritura natural con las que la evolución dotó al Homo-Humano para percibir, analizar, interpretar y dar sentido a sus realidades, internas y externas y para descubrir y conservar conocimiento. Esta es la lectura fundamental de la supervivencia.


2. Lectura y escritura de signos, códigos y símbolos o lectura y escritura visual / simbólica, resultantes de la evolución cultural y tecnológica del Homo-Humano.


3. Lectura y escritura virtual, esas que están en proceso de desarrollo como respuesta al veloz y saturante desarrollo de las tecnologías informáticas.

En fin, la lectura y la escritura que son esas cualidades naturales que diferencian al Homo-Humano de los demás seres vivos y que debe ser condición indispensable para el desarrollo de niños, jóvenes y adultos saludables.

El recién nacido, por naturaleza, lee lo que lo rodea y, en consecuencia él mismo será, por el resto de su existencia, como la lectura que ha realizado, es decir, como ha interpretado y dado sentido a las realidades y relaciones en las que se desarrolló el "imprinting" y conformación de los circuitos de neuronas. Por ello, será responsabilidad de los padres y de quienes lo rodean, el que se convierta en un buen lector y en un buen escritor de sí mismo y de sus circunstancias:

Un Homo-Humano capaz de descubrir conocimiento y de comprender y manejar su destino en solidaridad con los demás y con el universo.

Negarle a un niño el pleno derecho de ser un buen lector y un buen escritor, es un crimen cuya condena y castigo ya han sido dictados y ejecutados: la estupidez colectiva.

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Esos son los temas sobre los que voy a reflexionar en este libro, amparándome en el precepto de Charles Darwin: sin temor a formular hipótesis, así sean descabelladas, como me gusta llamarlas.

Los capítulos de la primera parte los he dedicado a analizar, interpretar y dar sentido, a las conexiones, correspondencias y nexos de la lectura y la escritura con la evolución, la biología, la antropología y las neurociencias.

Los capítulos de la segunda parte se proponen responder a las preguntas clave: ¿Qué es la lectura? ¿Qué es ser lector? y ¿Qué es la escritura? ¿Qué es ser escritor?, y, en consecuencia, ¿Cómo podrían formarse buenos lectores y escritores?

Una tercera parte está dedicada a reflexionar sobre la lectura y la escritura virtual, su desarrollo y aplicación en Internet y en las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

La finalidad que me he propuesto es la de exponer los resultados de mis reflexiones, experiencias y lecturas como LECTOR Y ESCRITOR LUDI, es decir, desde la naturaleza misma del juego infantil, esa actividad tan seria del Homo-Humano por medio de la cual conoce, se adapta y adapta sus realidades internas y externas para sobrevivir y adaptarse en este planeta y, quizás, en el resto del universo...

Los invito a jugar.
 
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La alegría de la lectura por Iván Rodrigo García Palacios se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.